Un Ingeniero de Confiabilidad señala que en la industria minera las fugas hidráulicas en las flotas representan una fuente importante en las pérdidas de producción. Durante las inspecciones periódicas los técnicos buscan fugas y si las encuentran normalmente cambian la manguera o el componente apropiado. Sin embargo, durante estas inspecciones en vez de buscar fugas, deberían buscar mangueras, acoples u otras partes dañadas ya que estos constituirían fallas potenciales.
Este punto es un tema que RCM destaca como uno de primera importancia. ¿Cuál debería ser el “estándar” utilizado para declarar una falla? Diferentes personas tienen estándares diferentes e inevitablemente esto conduce a no tener una visión clara de los objetivos de la empresa. Para el operador el estándar podría ser un “fuga grande”. Para el técnico puede ser una “fuga pequeña”. Para los ingenieros de confiabilidad puede ser una “manguera dañada – fuga inminente”. ¿Quién decide? A pesar de que pueda parecer obvio, esta no es una decisión trivial cuando se ve desde el nivel de mantenimiento y producción. Existen muchos modos de falla que deben tratarse, estos vienen en diferentes formas y con distintas prioridades
Sin una base de conocimiento RCM “viviente” (LRCM) integrada al proceso rutinario de órdenes de trabajo, predominarían múltiples opiniones. La solución no es simple, esta requiere de continuos diálogos entre los diferentes niveles de la organización con el fin de alcanzar consensos en los estándares de falla y falla potencial. La base de conocimiento RCM (particularmente los Efectos) documenta este dialogo.
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